¿Está cometiendo errores Mary Kondo con su método KonMari?
La revista EL MUEBLE nos ha preguntado nuestra opinión de expertas sobre los errores que todos podemos cometer al seguir el método KonMari.
No podemos estar más contentas de que la revista número uno en los quioscos haya contado con nosotras para hablar de este tema.
Aquí os contamos nuestra opinión al respecto y os invitamos a leer el artículo completo aquí.
- El método de Marie Kondo obliga de manera estricta a seguir todos sus pasos como por ejemplo, doblar todas sus prendas en los armarios.
Sin duda, por muchos motivos consideramos que hay prendas que deben ir colgadas: para tenerlas más a la vista, evitar que se arruguen, porque son las prendas favoritas o simplemente queremos tenerlas organizadas por colores y con mayor acceso. Incluso porque sean prendas que tienen un tejido concreto que requieren estar más estiradas. Cada vestidor/ armario tiene diferentes oportunidades según la estructura, volumen de prendas y los deseos de cada persona, lo ideal es darle un sentido particular al espacio.
- El plan a seguir del método KonMari es poco flexible.
Creemos que es importante conocer en qué momento se encuentra la persona y la etapa que está viviendo ahora mismo, y de ahí descubrir la necesidad concreta para avanzar en los objetivos y alcanzar la mejora o cambio que se desea. Por supuesto siempre trabajar sobre un método que ayude a guiar a las personas, pero de manera flexible para adaptar la propuesta de cambio y transformación acercándonos al problema concreto. Que sea un proceso duradero donde se pueda mantener el orden en el tiempo y siempre gestionarlo según la disponibilidad y sus hábitos (quizá una persona necesite una constancia de unos minutos para organizar cada día algún punto y otras personas prefieren invertir una jornada entera y conseguir dejar ordenado un espacio completo) la voluntad y el estado de ánimo de cada uno es muy importante a la hora de avanzar.
No es lo mismo las necesidades de una madre con niños que vive en un piso pequeño, que la de una mujer que vive sola en un loft de 150m2. Exigirnos lo mismo en todas las circunstancias puede generar una carga mental que nos haga desistir de nuestro propósito. Apostamos porque el orden una vez que entre en tu vida, se quede, porque te hace sentir bien y mejora tu vida.En cuanto al corto o largo plazo: Ambos, se deben pensar por ejemplo en la colocación a la vista de un armario para el día a día, a medio plazo tendremos que organizar el cambio de armario de forma que la temporada que viene sea sencillo y rápido, y a largo plazo por ejemplo, habrá que tener en cuenta cómo almacenar la ropa del hermano mayor para que nos haga fácil la vida cuando tengamos que rescatarlo dentro de tres años para el hermano pequeño. Volvemos a la personalización.
- El orden según Marie Kondo no invita al equilibrio a la hora de deshacernos de las pertenencias.
En cualquier proceso de orden la voluntad de cambio es lo primero, por algún motivo no te sientes a gusto y algo te está turbando (en todo desorden hay algo que no encaja). Al descubrirlo, siempre saldrá la necesidad de deshacerse de lo que no necesitamos en esta nueva etapa, quitando los apegos y lo que ya no se usa, debemos buscar el equilibrio, aprender a vivir con menos y con lo realmente necesario hoy. El truco es mirar las pertenencias como un espectador y observarlas como si no fueran tuyas, ser conscientes de si las volverías a comprar de nuevo o no, para darnos realmente cuenta de si tienen el valor que se les está dando. Los objetos nos irán hablando de alguna manera y sabremos si nos tenemos que deshacer de ellos o no.
Está claro que si subyace alguna problemática de apego, estrés, TOC, etc., todo será mucho más sencillo con ayuda profesional. Es importante darse cuenta, para poder poner soluciones.
Buenas prácticas para mantener un orden equilibrado en casa:
- Ser muy consciente de las cosas que uno tiene en cada espacio de la casa, baldas, cajones, armarios…
- Hacer un seguimiento de todo cada cierto tiempo para saber lo que hay, para evitar perder el control de lo que hayas podido generar.
- Ser capaces de deshacernos de un objeto por el mero placer de sustituirlo por otro nuevo o el simple y sano ejercicio de liberarnos de algo que hace tiempo dejó de gustarnos pero ahí sigue.
- Encontrar la respuesta para nuestro propio orden y el mejor método que vaya con nosotr@s.
Hay una fórmula infalible que es preguntarse con sinceridad si «esta prenda la hemos usado este verano», «si el utensilio de cocina lo tenemos triplicado por algún motivo», «si el par de zapatos que llevamos dos temporadas sin usar, los seguiremos acumulando», » si las vajillas auxiliares van a seguir ocupando espacio para usarlas una vez al año», «si creemos que todos los libros de la estantería seremos capaces de volver a releerlos»… ¿Realmente todo esto es útil ahora o ya ha pasado a la categoría de los famosos por si acaso? Esta es la clave que tenemos que tener presente en cada momento y ser prácticos para vivir sin excesos, más liberados y siendo coherentes con todo lo que nos rodea, para tener una vida más ordenada.
Nuestro hogar debe transmitirnos siempre paz, calma y bienestar y de nosotros depende encontrar esa felicidad, a través del orden.